Xochicalco

La zona arqueológica de Xochicalco se ubica al suroeste del estado de Morelos, a 38 kilómetros de la ciudad de Cuernavaca. Se toma la carretera número 95 México-Acapulco hasta llegar a la desviación hacia Alpuyeca, antes de encontrar la laguna El Rodeo hallará la carretera estatal que lo llevará a Xochicalco.


 
quiere decir “En el lugar de las casa de la flores”, se localiza sobre un conjunto de cerros de baja altura, los principales son La Bodega, La Malinche y Xochicalco; éste último, fue nivelado para construir los edificios más importantes, las laderas tuvieron que ser modificadas para permitir la construcción de casas y conformar una sucesión de terrazas que impedía el libre acceso al sitio.



Historia del sitio
El apogeo de Xochicalco tiene lugar en el periodo llamado Epiclásico (650-900 d.C.). Durante este lapso se construyó la mayoría de la arquitectura monumental visible hoy en día; su desarrollo y surgimiento se debe entender a partir de su relación con Teotihuacan, el asentamiento dominante en Mesoamérica a lo largo del periodo Clásico.

De acuerdo con algunos investigadores, Xochicalco surgió tras el abandono de aquel centro urbano para ocupar el vacío de poder económico y político provocado por ese hecho.

El arqueólogo Jaime Litvak propone que Xochicalco, junto con otros sitios como el Tajín, Veracruz, y Cholula, Puebla, contribuyeron al declive de Teotihuacan al obstaculizar el libre paso de los productos, provenientes de distintas regiones de Mesoamérica, necesarios para el sustento de la población teotihuacana; el investigador Enrique Nalda postula que un proceso de militarización de esta sociedad, ocurrido hacia finales del periodo Clásico, dio lugar al acoso de regiones cercanas con el propósito de obtener de ellas los recursos que anteriormente conseguía en su dominio inmediato.

 El actual territorio del estado de Morelos sería una de estas regiones acosadas, tanto por su cercanía al valle de México, como por su alta productividad agrícola. En estas circunstancias se habría producido un agrupamiento de la población de la región en Xochicalco, cuya ubicación, aunada a la construcción de diversos elementos defensivos como fosos, murallas, bastiones y escarpes, permitiría contener posibles ataques.

Esto explicaría la fortificación de esta ciudad prehispánica y su corta ocupación como gran centro urbano. Una vez que Teotihuacan dejó de ser un peligro potencial, el sitio perdió su función principal.




Por otra parte, el arqueólogo Román Piña Chán sugiere que Xochicalco es el mítico Tamoanchan de los relatos prehispánicos, lugar en el que los sabios o amoxoaque arreglaron los calendarios religioso y civil, y en el que surgió el culto a Quetzalcóatl. Entre los elementos en que apoya su hipótesis, destacan los motivos de la Pirámide de la Serpiente Emplumada y los de las tres estelas que representan distintos aspectos de Quetzalcóatl.


Tomado de la miniguía editada por el INAH.
Texto: arqueólogos Ma. del Carmen Solanes y Enrique Vela.

Información general

Días de visita: de lunes a domingo.
Horario: de 10:00 a 17:00 horas.

Regreso